LA PICONERA

LA PICONERA

domingo, 9 de junio de 2019

Papá

Hoy he amanecido con uno de esos días tonto, donde la tristeza se ceba invadiendo mi corazón como un hierro candente, penetrando poco a poco, desgarrando todo lo que encuentra a su paso sin compasión.
Mi mundo se ha venido abajo, no  veo la manera de eludir esos negros nubarrones que me acechan en la distancia, presagiando que muy lentamente engullirás todo lo que me rodea.
 A día de hoy, no estas para cobijarme, en ese refugio de seguridad que tú me proporcionabas cada vez que lo necesitaba, donde sabia que nada malo me podía suceder, siempre estabas ahí, apoyándome y aconsejándome para que todo me resultara más cómodo.
Deseo cerrar los ojos, y al abrirlos, tenerte ahí  a mi lado, pero se que eso  no ocurrirá.
Y cómo cada día, te sigo echando de menos.

sábado, 1 de junio de 2019

Maltrato


En un instante, brotó  toda la rabia y el odio acumulado en los últimos años. Él permanecía inmóvil, boca arriba en la cama y  bañado en su propia sangre, los ojos abiertos, y la sorpresa reflejada en su rostro. 
El cuchillo de cocina en sus manos ensangrentadas. La calma tras la histeria desatada, unida a una paz, que no sabría explicar. 
Su imagen reflejada en el espejo de la habitación donde tantas veces los había visto hacer el amor. Su hija durmiendo en la habitación contigua y ajena a la tormentosa escena producida hacía unos minutos.
Con una tranquilidad que no podía sospechar, preparó una pequeña maleta con la ropa necesaria de su hija, llamó a su madre para que viniera a buscarla. Y por último llamó a la policía.
Tras dieciocho meses en prisión provisional y a la espera que dicten sentencia por la que ha sido juzgada, quiere dar testimonio escrito por sí pudiera servir a otras mujeres que vivan y padezcan el infierno que soportó durante la última etapa de convivencia.

sábado, 25 de mayo de 2019

Tú en mis sueños.


 Como cada noche, apareces sin ruidos y sin nombrarte. Me rozas con tus labios sin besarme, en silencio me hablas, tus manos me dibujan, perpetras una guerra a mis sentidos y sentimientos, mis ojos se van a tu boca, te nombro, se tu nombre, me incitas a que vaya a buscarte, te encuentro, nos encontramos, extasiados, amanece, amo madrugar, desayunarte despeinada y sin maquillar, aspirar el resto de tu perfume impregnado en tu piel, contemplarte, dibujarte en tus sueños. 
Abro los ojos, como cada mañana, no estás, fuera hace frío, anhelo de nuevo la noche…se que vendrás. 
Mejor en sueños, que todas las noches sin ti.

sábado, 18 de mayo de 2019

Sin él.


Cae la noche. El silencio envuelve las cuatro paredes que cubren mi soledad. Abrazada a la almohada, como si aún estuviera al otro lado de la cama buscando el olor de la última noche que pasó conmigo. Pero no está, solo el frio me acompaña.

Las lágrimas impiden que grite su nombre. No quiero volver a esa etapa  donde no estaba. Hoy se ha convertido en herida, esa que había prometido no provocarme. Duele, duele como nunca imaginé.

Quiero levantarme y aprender a caminar sin él, dejar de buscarle en el frio, quiero ser feliz de nuevo, olvidar su nombre, volver a recordarlo cuando no duela tanto.

Eligió marcharse, pero no me resignaré a perderlo todo. Seguiré luchando por mí, pero sin él. Mi vida es mía, y no permitiré que todo se venga abajo.

sábado, 11 de mayo de 2019

Café


Tomemos un café. Dejemos que este nos seduzca. Compartamos su aroma y sabor. Que veas en su color oscuro mis ojos, y en ellos, la pasión que me produces. Sintamos su calor en nuestros cuerpos. Ansiemos saborear el sabor en nuestras bocas con un beso largo y dulce. Que su calor incite a tu cuerpo apagar el ardor del mío. Embriaguemos con su aroma los sentidos, recorriendo nuestros cuerpos como preludio de nuestras manos en su camino. Dejemos que el café nos ayude en la seducción, encendiendo y preparando nuestras apetencias. Mirándonos por encima la taza, trasmitiéndonos a través de la sonrisa un poco picara lo que codiciamos y no nos atrevemos a decir. Sabiendo ambos, que con el último sorbo de café te diré…Vamos a mi casa y hagamos el amor.

sábado, 4 de mayo de 2019

Declaración


De rodillas ante ELLA...radiante, hermosa, con ese vestido azul cielo que tanto me gusta... Expectante, esperando que brotara de mis labios lo que tanto anhelaba oír...  cogida de la mano, mirándola a esos ojos que me tienen hipnotizados, nacieron  palabras que jamás he dicho a ninguna otra mujer.
Aquí, y ahora, te digo que sin ti no puedo vivir, te has convertido en esa primavera que nunca he tenido, tus labios mis anhelos, tu piel mi abrigo en esas noches contigo, tu aliento el aire que respiro, tu cuerpo mi deseo, tu voz la música que quiero, tu cabello mi diversión mientras te miro cuando duermes, tus ojos donde me veo, tu olor el rastro que me persigue las horas que estoy sin ti, y quiero confesarte, que no sería capaz de volver a estar con ninguna otra mujer que no seas tú, quiero que seas la única y la última.
Cuando le iba pedir que se casaras conmigo, un sonido me avisaba que todo era un sueño...respiré a gusto, y  no pude evitar gritar,  ¡Dios, que susto, pensaba que de esta no me escapaba!
Gracias despertador.

domingo, 28 de abril de 2019

HUIDA


La  espera y su silencio me desesperan, acrecentando mi  ansiedad;  las noches se han convertido en interminables, en el que solo  la nostalgia calma esta zozobra que me invade desde su ausencia.

La lluvia que incansable cae desde hace un par de días, aumenta este desasosiego; y, en este duermevela constante que me arroja a su imagen despojándome de cualquier sonido, es mi único consuelo.

Una triste nota de despedida, en la puerta del frigorífico, cogida con uno de los imanes traído de tantos y tantos viajes,  con un escueto “Me voy, no puedo más, necesito un tiempo” Un beso.

No se donde he fallado, “ELLA”, nunca me había reprochado nada, creía que éramos felices, o eso pensaba.

Su huida, es lo que más me duele; que fácil hubiera sido “¡He dejado de amarte, me voy ¡” y no dejarme con esta sensación de vacío interno que  lentamente me está devorando ante la falta de una explicación que me haga más fácil entender su marcha.


sábado, 20 de abril de 2019

Mi amiga


Mi querida y buena amiga... ¿Sabes dónde está tu corazón?.. ¡Conmigo!

 Sentado frente a esta pantalla que ha perdido totalmente su frialdad, y su superficialidad desde el mismo momento que por un casual te has vuelto a cruzar en mi camino. Me permito hacerte algunas disquisiciones en un libre fluir de la conciencia...CREO

 Hoy tenía alborotado el espíritu  y el alma conmovida...y de repente, estabas sentada  frente a mí, con la sonrisa más hermosa del mundo y con esa mirada tan tuya. ¡Dios mío, esa mirada!

He notado que últimamente la vida me está poniendo en situaciones que me atolondran un poco, pero tarde o temprano he aprendido a absorber lo que debo tomar y desechar. La verdad es que hasta la fecha no tengo motivos de quejas, y he intentado siempre que he podido, situarme en el lugar donde fuera capaz de llevar paz, luz, y mucho amor adonde fuera.

¿Es raro este universo, verdad amiga?  Las mayorías de las veces tomamos caminos y derroteros tan inesperados, como si unos hilos invisibles manejaran  nuestras vidas de unas formas extrañas e ininteligibles, y que la mayoría de las veces  no sabemos ni adónde nos dirigirá.

A un alma como la mía, no le interesa mucho el vaivén de la vida, sólo subo a ese fluir y me dejo arrastrar, pero debo reconocer que a veces se detiene, y entonces repaso aconteceres: Me asombro, analizo, me estremezco, me confundo, me recompongo y  de nuevo vuelvo a fluir siguiendo el curso. Entonces me pregunto cómo expresar este maremoto de sensaciones, y a veces las palabras no alcanzan, pero me gustaría tener el don de los brujos de poder  volar; y entonces agarraría mi escoba, volaría hasta ti, te daría un beso en la nariz y un fuerte abrazo. Tomaría tu alma, la haría mía, te cobijaría, te resguardaría, te protegería... serías como un remanso, un recodo en el camino, un claro en el bosque donde tú y yo sin hablarnos, y tan sólo con la mirada  nos dijéramos ese todo.

jueves, 11 de abril de 2019

VIVIR


¿Cuántos otoños se esconden detrás de los cristales? ¿Cuantas armaduras huyendo de sus demonios, de sus miedos y de esos sapos o ranas que se convierten en príncipes o princesas? ¿Cuantos cigarros, lloros, y cuantas posiciones fetales encogido/as en el sofá, la cama o en cualquier rincón alejado a la vista de los demás?

Ese ver y no ver tras esos cristales empañados, viajando, siendo tragados por un agujero negro minúsculo en la oscuridad, y perdido en ese negro cosmos mientras vas desapareciendo engullido por la nada y autodestruyéndote en la desidia de vivir con pensamientos disruptivos que invaden la mente, envenenándola, deformándola al abandono y en ese abrazar la tristeza, deseando desaparecer tentando intenciones.

Hoy detrás de ese cristal, donde la lluvia rebota contra los cristales me digo: ¿soy o he sido un capullo?... _ ¡Sí! Me diría. Ahora soy más retorcido, con más espinas y más hojas asimétricas; toda una vida con más errores que aciertos, y que me han llevado ser la persona que actualmente soy. Y aún me queda vida (Ya menos) por delante para seguir cometiéndolos.

sábado, 6 de abril de 2019

A ESCONDIDA


A  pesar de los años, aún me gusta volver y rememorar. Una playa, una barca desvencijada, un amor oculto, deseos frenéticos, miedo a las miradas sorpresivas.
 No importaba. Era mía,  yo de ELLA. Se inició un juego peligroso (con la adrenalina al mil por mil) de manos,  miradas, insinuaciones, besos, tocamientos, encuentros sexuales y todo ante la ignorancia de nuestros respectivo/as que se jactaban de lo bien que nos llevábamos.

Los encuentros a escondidas aumentaron una vez terminada las vacaciones. En el coche, casa de campo, cualquier rincón nos valía, siempre temiendo que nos sorprendieran.

 Realizar el amor con mi pareja era hacerlo con ELLA. Todo se convirtió en ELLA. Llegué amarla como no he amado a ninguna otra mujer. En todos esos años, nunca salió un te quiero de nuestras bocas.

Un día lo dejamos, así, sin más. ELLA se divorció, también yo,…tomamos diferentes caminos. La vida continuó.

Hoy, aún la tengo presente.

lunes, 1 de abril de 2019

ROTURA


Intuía que  algo nos separaba desde hacia un tiempo, y  ahora, después de tu revelación, comprendía esas lágrimas apagadas tras esa puerta que había dejado de ser nuestra, para convertirse en el refugio de tus silencios, a las disculpas del insomnio que te estaba absorbiendo y a la traición que habías consumado.

Lo nuestro terminó, era inevitable después de tu confesión,  que  lo achacabas al cansancio, la monotonía, a las noches calcadas unas de otras, a mis ausencias por trabajo, y el silencio que nos invadía. Ya no me amabas.

Habías conocido a otra persona, y esta, llenaba el vacío de mis ausencias, y antes que los silencios se convirtieran en gritos y  en una batalla infernal, era mejor el alejamiento.

Ahora eres feliz, y yo, roto en mil pedazos.