Como buen Virgo, soy un hombre metódico y de rutinas.
Es decir, que si diariamente tengo que hacer algo, lo hago en casa como mandan los cánones, además no me gusta cambiar mis hábitos, y como normalmente se dice... "Como en casa, en ningún sitio", me estoy refiriendo por si no os percatáis a las deposiciones "caquita", que por costumbre hago cada día al levantarme, sea la hora que sea. Y después de haberme tomado mi consabido café y fumarme el primer cigarrillo del día.
Al menos para mí, no hay placer más intenso, que ese cigarro sentado en la taza leyendo algo que me llevo para pasar el momento, y si se me olvida por las prisas, siempre me queda la composición de la crema antiarrugas que diariamente me pongo antes de acostarme... _si es que duermo sólo.
Pero hete aquí, que hace pocos días con las prisas para no llegar tarde a una cita _Con una mujer por supuesto_ me tomé mi café y salí corriendo ¡se puede hundir el mundo, pero yo sin él no salgo de casa!, y no me dirigí como es habitual a mi santuario mañanero.