Mi querida y buena amiga...
¿Sabes dónde está tu corazón?.. ¡Conmigo!
Sentado frente a esta
pantalla que ha perdido totalmente su frialdad, y su superficialidad desde el
mismo momento que por un casual te has vuelto a cruzar en mi camino. Me permito
hacerte algunas disquisiciones en un libre fluir de la conciencia...CREO
Hoy tenía alborotado
el espíritu y el alma conmovida...y de repente, estabas sentada
frente a mí, con la sonrisa más hermosa del mundo y con esa mirada tan tuya.
¡Dios mío, esa mirada!
He notado que últimamente la
vida me está poniendo en situaciones que me atolondran un poco, pero tarde o
temprano he aprendido a absorber lo que debo tomar y desechar. La verdad es que
hasta la fecha no tengo motivos de quejas, y he intentado siempre que he
podido, situarme en el lugar donde fuera capaz de llevar paz, luz, y mucho amor
adonde fuera.
¿Es raro este universo,
verdad amiga? Las mayorías de las veces tomamos caminos y derroteros tan
inesperados, como si unos hilos invisibles manejaran nuestras vidas de
unas formas extrañas e ininteligibles, y que la mayoría de las veces no
sabemos ni adónde nos dirigirá.
A un alma como la mía, no le
interesa mucho el vaivén de la vida, sólo subo a ese fluir y me dejo arrastrar,
pero debo reconocer que a veces se detiene, y entonces repaso aconteceres: Me
asombro, analizo, me estremezco, me confundo, me recompongo y de nuevo
vuelvo a fluir siguiendo el curso. Entonces me pregunto cómo expresar este
maremoto de sensaciones, y a veces las palabras no alcanzan, pero me gustaría
tener el don de los brujos de poder volar; y entonces agarraría mi
escoba, volaría hasta ti, te daría un beso en la nariz y un fuerte abrazo. Tomaría
tu alma, la haría mía, te cobijaría, te resguardaría, te protegería... serías
como un remanso, un recodo en el camino, un claro en el bosque donde tú y yo
sin hablarnos, y tan sólo con la mirada nos dijéramos ese todo.