Tras una larga ausencia ante vosotros mis pocos fieles lectores, y debido a la persecución tan atroz y feroz de la que estoy siendo objeto por esos medios policiales y agencias no gubernamentales, me veo sometido a sortear innumerables peligros para mi integridad personal, gracias a mi astucia para el camuflaje, he podido solventar este problema por el momento. Hoy he vuelto a retomar mi investigación, que aunque no haya llegado en gran medida al público en general, sé que está teniendo un gran impacto en estos gobernantes que mueven el mundo entre las sombras, temiendo que se derrumben los anaqueles de la sociedad que ellos han creado con engaños para dominar el planeta si mis investigaciones se llegan a publicar.
Una vez localizado mi último punto de observación por estos agentes, mi peregrinaje ha sido arduo y duro en busca de un lugar desde donde pueda perfeccionar mi invento, y seguir la investigación que hasta ahora ha dado un resultado extraordinario en el descubrimiento de la veracidad de la historia y en el conocimiento exacto de como empezó la vida en el planeta, hechos que he puesto en conocimiento de los lectores en mi trilogía “Descubriendo al hombre” Hoy, me encuentro en un lugar que para mi fortuna es bastante difícil de ubicar, donde la orografía escarpada y montañosa, así como una niebla contínua, hace que mi localización no les resulte fácil. Gracias a los pocos nativos que viven en esta zona que se comunican de una montaña a otra a través del silbo, en caso de peligro, me avisarían a través de ese lenguaje tan peculiar.