Hola Fibo: Me he llevado una sorpresa mayúscula saber de ti después de todos estos años; cuál no ha sido mi asombro en el día de ayer, cuando una amiga me llamó toda alterada para decirme, que entrara en una página de uno de esos blogs que había visto en la red, al preguntarle el motivo, me dijo que no preguntase que me llevaría una sorpresa, y efectivamente ¡Me quedé helada! helada, estupefacta y de piedra, al recorrer la página y verte allí.
A pesar de los años transcurridos, no has cambiado en nada, tal vez unos cuantos kilos de más, y lo que más feliz me ha hecho es comprobar que aún mantienes esa sonrisa tan especial y tan tuya
Después del fuerte shock recibido, mi primera intención fue saludarte a través de los comentarios, como no sé como funciona esto, le pedí a mi amiga que me enseñara, me comentó que tu correo personal también aparece y que podía ponerme en contacto contigo.
Así que... aquí me ves, leyendo el escrito una y otra vez, llorando como hacía tiempo no lo hacía, hasta he copiado el texto que leo constantemente, y me pregunto como pude hacerte tanto daño.