LA PICONERA

LA PICONERA

martes, 5 de noviembre de 2013

¡SOY CULPABLE?



La mano me tiembla al marcar su número de móvil. Lo acerco a mi oído. Da un tono, dos -nervios, corazón acelerado-, tres –duda-, cuatro -la imagino indecisa ante número plasmado en pantalla-, cinco, cuelgo con desazón o alivio. Respiro hondo, comenzando a fluir un sin fin de  razones.
Con la mano sudorosa y agarrotada en torno al móvil, permanezco indeciso, dudando con volver a marcar o esperar respuesta. Preguntándome si vale la pena el paso que voy a dar. Mis apetitos sexuales están cubiertos satisfactoriamente y no tengo ninguna necesidad de complicarle la vida a ella. Pero el morbo que me despierta su situación sentimental, unido a ese juego prohibitivo (entre comillas), incentiva mi instinto más animal.
No es la primera vez que he estado con mujeres comprometidas o casadas, pero hace tiempo había abandonado ese tipo de relaciones. No es que no me apetezca, sino que con Internet y los locales de ocio donde acostumbran a acudir las separadas, puedo satisfacer mis necesidades ampliamente sin ningún tipo de complicación o dificultad.
Todo comenzó como un juego: Facebook, añadirla como amiga sin conocerla, simplemente porque lo es de una conocida mía, comentar sus fotos y poses, dedicarle escritos haciendo reseña de su página,  comenzar un intercambio de mensajes privados, e iniciar ese juego del galanteo sin abrumarla, dando dos pasos adelante y uno hacia atrás. Era reticente a facilitarme su número de móvil, pero la impliqué en el juego más absurdo, el darnos un número cada día o cuando le apeteciera. Le hizo gracia, y no hace falta decir que lo conseguí. Sobran las palabras entre nosotros. Ambos sabemos, que si tenemos  un encuentro, acabaremos en la cama.
Suena el teléfono… ¡Sí, es ELLA!                             

14 comentarios:

  1. Uinsss , no se lo que le a pasado a mi comentario , que te acabo de mandar , se a perdido , jajajaja decia que me a gustado mucho tu relato , aquí te pongo el enlace de mi blog :http://elbauldemislibrosyjuguetes.blogspot.com.es , otra cosa tú tienes facebook , es que podriamos quedar como amigos allí también , vale besos de Flor.

    ResponderEliminar
  2. Indecisión de continuar o retirarse, apetece el juego, detiene el posible daño, lo cierto Fibo es que siempre lo prohibido nos atrae y el preludio titubeante es exquisito.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Ahhhhhhhhhhh!!! muero de emoción!!!!
    Yo prefiero no arriesgarme al desengaño.
    Valiente Fibo!!!

    ResponderEliminar
  4. jajajajaja me parece tan conocida esa historia tal cual jajajaja oye vale no será que ustedes lo hombres tienen el mismo mudos operandi ? jajajaja pero yo chico soy muy miedosa asi que viva la magia jajaja virtual y los dos no nos atervemos por no romper la magia uuffffffff me dejaste intrigada a muy bueno ehhh , un besote desde mi brillo del mar

    ResponderEliminar
  5. Me parece un juego muuuy peligroso pero atractivo jaja.


    Beso

    ResponderEliminar
  6. uy que juego espero que ella no te parta el corazón y que se diviertan un beso y te me cuidas.

    ResponderEliminar
  7. Es lo que hay, encuentros así, empezando con ciertos miedos, quiero y no quiero y tan ansia en mí tengo...et, que le doy el tel. Haya suerte y que no haya que arrepentirse !a jugar!
    Besito.

    ResponderEliminar
  8. Siempre es más divertido correr riesgos...pero se corre el riesgo de engancharse...
    BESOS

    ResponderEliminar
  9. JAJAJAJA ya sabía que volverías a las andanzas amigo Fibo tu no puedes cambiar tu forma de ser, bueno ninguno podemos cambiar, me parece muy entretenido este relato veremos en que termina seguro en la cama jejeje.

    Besos que estés muy bien.

    ResponderEliminar
  10. Biennn, lo conseguistes, ahora a dar todo, seguro que al final será como tú dices, la cama jajaja, si es que eres un don Juan.Buen finde amigo.Besitosss.

    ResponderEliminar
  11. Eres incansable Fibo, y así seguro que das ,el do de pecho, adelante, sea para bien o menos bien, por lo menos no te preguntaras nunca, porqué no lo intente.
    Me alegro un montón de tenerte de nuevo entre nosotros.
    Un abrazo y feliz, do de pecho.

    ResponderEliminar
  12. Vaya, vaya, ese es el Fibo de siempre, y al final:

    Gato al aguaaaaaaaaaaaaaaa

    Un abrazo grande,

    ResponderEliminar