LA PICONERA

LA PICONERA

lunes, 4 de abril de 2011

UNO DE MIS ROLLO

      Depresión, ansiedad, estrés, trastornos emocionales, de personalidad, de conducta, problemas de afectividad, de socialización, de control de impulsos, carencia de habilidades sociales, de técnicas de afrontamiento... son términos utilizados a diario por psicólogos y psiquiatras en sus consultas pero que, actualmente han dejado de ser utilizados únicamente en el ámbito clínico, para formar parte del lenguaje coloquial del conjunto de la sociedad.

      Podemos encontrar a una mujer comentándole a su vecina que ha visto a la del tercero muy deprimida, que su marido va muy estresado en el trabajo o que el hijo del panadero, que va a la misma clase que su hijo, es hiperactivo y no para quieto.

      De pronto, todo el mundo parece interesarse por los problemas relacionados con la psique. Todo el mundo lee revistas en las que aparece una columna dedicada a resolver las consultas de la gente sobre aspectos emocionales, personales o laborales y que rara vez pueden aportar mayor consejo del que te proporcionaría un amigo y dos cervezas.

     En televisión aparecen prestigiosos estudios en programas científicos de poca audiencia, mientras tertulianos de dudosa reputación se llenan la boca con términos de los que desconocen su significado. 
   El lado positivo de todo esto es que, en una cultura como la occidental donde siempre se ha prestado atención a lo somático, a lo puramente físico, parece que hemos vuelto la mirada hacia un aspecto que hasta ahora habíamos olvidado.

   La parte psicológica y la parte biológica de las personas se encuentran íntimamente relacionadas, están interconectadas, y no podemos entender cada uno de estos componentes de lo humano sin entender esa influencia mutua.

   Pero esta nueva y estimulante apertura científica hacia el estudio de la mente nos va dejando multitud de nuevos conceptos que utilizamos para describir problemas nuevos o problemas ya conocidos, pero que no se habían definido específicamente; Respondemos así a la necesidad racional de clasificar todo lo que nos rodea, estructurarlo de forma ordenada de modo que parezca que todo tiene sentido y un orden lógico en el mundo.

    Tenemos la sensación de que han aparecido de la nada una infinidad de problemas nuevos, pero nadie puede negar que tras una guerra, como la guerra civil española, las personas que se vieron involucradas en ese mundo de violencia sufrieron lo que hoy se conoce como Trastorno de estrés postraumático; nadie puede negar que en el comienzo de la industrialización del país, los trabajadores españoles se vieron sometidos a unas condiciones laborales que les provocaba estrés laboral; nadie puede negar que trastornos mentales con conocida base biológica, como la esquizofrenia, existen desde que el hombre es hombre. Siempre ha existido la depresión, los trastornos emocionales, de control de impulsos, de conducta... siempre han existido porque están imbricados con la condición de ser racional y social del ser humano.

   Sin embargo, nos resulta novedoso, estimulante, nos proporciona conceptos para describir y explicar tanto situaciones extraordinarias como situaciones cotidianas, como si hubiésemos descubierto la clave que descifra las nuevas enfermedades de una nueva sociedad desarrollada, industrializada y moderna.

   Es cierto que el estudio de las enfermedades o trastornos mentales aporta un groso de conocimiento y el desarrollo de tratamientos eficaces para la mejora de la salud mental, pero a su vez utiliza clasificaciones en sus diagnósticos clínicos que etiquetan a personas bajo una concepción estática (y en ocasiones estigmatizante) que en nada beneficia a su recuperación.

   Este riesgo de clasificar personas bajo una etiqueta diagnóstica es asumido por todos nosotros con una normalidad preocupante, utilizando términos y realizando valoraciones sin tener los conocimientos suficientes para realizar una evaluación real, clasificando personas dentro de una categoría según unas características que consideramos innatas o rasgos de su personalidad, y relegando a un segundo plano otros factores que influyen en el desarrollo y mantenimiento de dichos trastornos.

   Por todo ello, cabe preguntarse si realmente se ha producido un aumento de los problemas de salud mental o simplemente nos encontramos ante un auge del tecnicismo en este campo.

   Este reciente interés ciudadano por los conceptos psicológicos ha aumentado el uso y la popularidad de la diagnosis de trastornos como explicación a muchos problemas que tendrían una explicación más plausible en otras causas. Nos encontraríamos ante un reduccionismo explicativo, utilizando los criterios diagnósticos para realizar una evaluación apriorística sobre el problema concreto. También puede suceder que el creciente interés por esta problemática y el desarrollo de nuevas herramientas que permiten la detección de desviaciones de la personalidad o de la conducta, haya llevado al diagnóstico de trastornos mentales que anteriormente pasaban desapercibidos o no podían evaluarse. En cualquier caso, la realidad clínica sería la misma hace cien años que en el momento actual, simplemente se habría aumentado de una manera artificial las estadísticas que recogen la incidencia de trastornos mentales.

    No obstante, también es posible que se haya producido un aumento de estos desajustes psicológicos debido a los cambios en la forma de vida que nos ha impuesto la nueva sociedad en que vivimos. Nuestro ritmo de vida ha cambiado y el tiempo se ha convertido en el recurso más preciado: trabajamos, comemos y dormimos condicionados por el tiempo, limitados por unos horarios establecidos que nos hacen esclavos de un reloj. Ya no tenemos tiempo para nosotros, para reflexionar, para asimilar, para sentir, para compartir con los demás, tenemos muchas obligaciones y muy poco tiempo. Vivimos en una sociedad que potencia la competitividad en lugar de la colaboración, moldeando a su antojo personalidades egoístas, individualistas, sin otro objetivo que el beneficio propio en lugar del bien común. Caminamos por las calles de ciudades masificadas pero rara vez cruzamos una mirada y muy rara vez una palabra. Nos comportamos como autómatas, como piezas de este enorme engranaje en el que se ha convertido nuestra sociedad actual, olvidando lo que nos ha hecho sobrevivir como especie y llegar hasta nuestros días, lo que necesitamos para sentir que realmente formamos parte de algo, olvidando que somos seres sociales. Nos sentimos solos (y en ocasiones lo estamos) con todo lo que ello implica, dejándonos vacíos y con una falta de estabilidad emocional. Buscamos en el infinito universo de internet, en plataformas sociales, chats y demás, lo que siempre hemos tenido al alcance de la mano, utilizando los medios tecnológicos más modernos para conseguir lo más simple y primitivo.

   Muchas factores de esta sociedad moderna pueden influir en la creación de un caldo de cultivo propicio para el desarrollo de problemas mentales en la población, y muchos hábitos de conducta de la población incrementan el riesgo de padecer dichos trastornos, pero lo que es indudable es que necesitamos a los demás, necesitamos hablar, comunicarnos, compartir nuestras experiencias y nuestros sentimientos, necesitamos el apoyo de los demás, un abrazo, una caricia, un gesto, necesitamos sentirnos protegidos, respaldados, comprendidos, incluso corregidos y reorientados, necesitamos querer y que nos quieran, saber que no estamos solos y que, cuando lo necesitemos, siempre habrá una mano tendida dispuesta a ayudarnos. Necesitamos volver a ser seres sociales y no sólo personas dentro de una sociedad.

    Puede que todo esto no sea más que palabras escritas, reflexiones en voz alta, o quizás tan sólo sea añoranza de otro tiempo, pero tampoco es mi intención encontrar la solución a los problemas de una sociedad, en mi opinión, “enfermiza”. Puede que de nada sirva intentar que las personas den un cambio imposible a su ritmo frenético y se paren a valorar las cosas realmente importantes, pero me conformo con que algunas de aquellas personas que me importan paren su marcha al pasar por mi camino. Puede que algunos no lo comprendan, pero si queréis encontrarme, buscarme en el pueblo, tomando unas cañas con los amigos en el “bar de Manolo”, disfrutando de la tertulia con los paisanos en las noches de verano, olvidando los problemas que agrandamos en nuestra mente hasta hacerlos inabarcables y sintiendo que el tiempo recupera su velocidad. Y cómo siempre os digo, vivamos sin hacer daño, hagamos el amor hasta que nos cansemos, abramos la puerta de nuestra casa, no nos encerremos, no decaigamos, sólo vivimos una vez y no deberíamos olvidarlo.

43 comentarios:

  1. Hola fibo , ya estoy aqui de nuevo , que razón tienes amigo , pero la velocidad de la vida la ponemos nosotros mismo ,no te parece , tendriamos que volvernos unas cuantas decadas más a tras para estar mejor y vivir mejor y más , besos de pitufa.

    ResponderEliminar
  2. - Taquicardia.

    - Sudoración.

    - Baja temperatura de manos y pies.

    - Tensión muscular.

    - Dificultad para dormir.

    - Ideas recurrentes y obsesivas.

    - Problemas digestivos.

    - Baja concentración.

    Quien no ha padecido algo de esto alguna vez?...
    Ojalá todo vaya mejor y podamos estar más sanotes de lo que estamos...Buen post este Fibo,hay que hablar de todo,este tema es largo y complicado....Besos y que tengas un buen día y gracias siempre..Muacks!!

    ResponderEliminar
  3. Ay Fibo cuanta razon tienes, la maldita sociedad etiqueta las cosas de blanco y negro. Cuando ay un matiz gris. Tambien estoy de acuerdo contigo que poco la gente se va olvidado de la solidaridad y otros valores. Vivimos en un mundo plastico que merma hasta la imaginación. Me gusto el pots me hiciste rflexionar. Un beso y cuidate Fibo .

    ResponderEliminar
  4. holaaaaaa fibo estuve hace un ratito me jarte de escribirte un comentario y al querer publicarlo se me fue la conexion ohhhh asi que vuelvo pa decirte que esta entraita tiene mucho de razon te hablaba que antes la via la gente era diferente antes todo el mundo se preocupaba por los demas, y hoy cada uno va a lo suyo al menos en las grandes capitales yo en madrid te nombro madrid porque es lo mas lejos que he ido la gente ni se mira yo le daba los buenos dias y ni me contestaban las vecinas no me pue adaptar a vivir alli, yo en mi tierra la gente se saluda aunque no se conozcan, hoy hay mucho loco por la calle creo que eso lo da la droga y lo que se meten en su cuerpo, tampoco hay la educacion de antes que toito el mundo se respetaba y hoy el respeto parece que apenas existe, yo padezco de dolores de cabeza jamas habia tenio uno y desde hace cinco años cuando me da fuerte me vuelvo loca y cada vez que me dan un diagnostico neurologos diferentes cada uno me dice una cosa y si leo los efectos secundarios es que ni me las tomo ya que estropean otra cosa, bueno te hablaba tambien de las comidas en fin un monton de cosas que ya no me acuerdo jajajjaa besitossssss

    ResponderEliminar
  5. Mi estimado amigo nos encontramos ante la gallina de los webos de oro de la industria farmaceutica. Las enfermedades y trastornos mentales, de personalidad, de conducta etc etc etc....

    Enfermedades no demostrables en la realidad, no medibles con fiebre, sangrado, analiticas ni ningún medio que no sea el ojo del buen cubero. Ese cubero ahora se llama psiquiatra y psicologo, y lo que no nos hayan diagnosticado nuestras vecinas nos lo diagnostican ellos.

    Dinero y mas dinero, en antidepresivos, ansioliticos, neurolepticos, antiepilepticos, eutimicos al fin y al cabo. Dinero y mas dinero en consultas psicologicas, psicoanalisis, terapias cognitivo-conductuales, de la gestalt, conductistas, de psicología humanistica....

    Y todo para que, si todo el mundo ejerce de psicologo y a veces hasta dan mas en el clavo que los que cuelgan titulo tras su pared.

    Cuanta razón tienes y cuanto me enrollo con este royo tan nuevo y tan antiguo.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  6. Hola amigo Fibo que discurso el de hoy amigo que buena información sicológica te encuentro toda la razón amigo pero hay algo que no mencionaste
    que ahora se sabe más de las enfermedades porque las personas se atreven a reconocer que son enfermos, por que antes por ejemplo una persona con escrizofenia era escondida apartada de la sociedad era un loco así lo catalogaban todos incluyendo a su familia hoy en día un escrisofrenico si se pone en tratamiento vive una vida totalmente normal como cualquier persona, ahora hay más conocimiento de la gente y más conciencia de controlarse médica mente, lo mismo sucede con la depresión Bipolar ahora tiene control con medicamentos antes no existían medicamentos para esas enfermedades, ninguna de esas enfermedades se curan con tan solo conversaciones ni cervezas en un bar pero si las depresiones comunes por estrec o por soledad, muy buen tema amiga has tratado hoy te felicito es un muy buen aporte para reflexionar, se esta perdiendo el compartir con los amigos y familiares, por falta de tiempo andamos todos corriendo todo el día, la falta de tiempo los está matando.

    Un gran abrazo querido amigo que estes muy bien y sigue disfrutando de tus amigos en el bar.

    ResponderEliminar
  7. Acertada reflexión, Fibo. El tiempo lo sacrificamos para tener más cosas, no para ser más felices, pero ¿vivimos mejor porque poseamos más?
    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Todas estas enfermedades ya existían desde antes sólo que no las conocían porque no había globalización jeje.


    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Hola Fibo, tenemos siempre el diagnóstico para cualquier síntoma, y además ya sabemos que recetar...nunca tenemos tiempo de sentarnos a conversar con un amigo...y en la calle parecemos autómatas caminando y hablando por el celular...Un beso mi amigo, y cuando quieras ya sabes donde encontrarme ..Lía

    ResponderEliminar
  10. No puedo estar más de acuerdo...
    Odio que me etiqueten, básicamente porque este tipo de etiquetas son negativas...
    Vámonos para el bar Manolooooo jajaja

    Besos abisales ;)

    ResponderEliminar
  11. También yo estoy en contra de que se cuelguen
    etiquetas, en la mayoría de los casos ahí queda la cosa, no se hace una terapia ni hay un seguimiento.
    Muy buena tu entrada.

    Besos

    ResponderEliminar
  12. Buenas noches Fibo

    Tus letras son tan reales como la vida misma, que bueno que escribas esta clase de relatos, nos haces aterrizar y meditar sobre la vida.

    Felicidades y buena semana

    ResponderEliminar
  13. Hola Fibo, la sociedad y los individuos que habitamos en ella...No sabemos separar las cosas,como bien dices etiquetas, es lo que mueve esta sociedad....
    Un beso de brujilla

    ResponderEliminar
  14. me encanta tu reflexión y además muy bien expresada, con las palabras adecuadas.
    Yo además añadiría que es un negocio más de la industria farmacológica.Pero he de reconocer que los avances científicos en estos campos también están ayudando al gente y que antes las enfermedades psicológicas estaban muy escondidas y se sabía poquísimo.Muchas mujeres se alcholizaban en sus cocinas para calmar las "angustias"y podían acabar encerradas en un manicomio por cualquier cosa.Además estas enfermedades eran catalogadas como un símbolo de debilidad en las personas.
    Me gusta que hoy en dia haya un aperturismo en estos temas y que la gente hable de ellos y se solidaricen, pues no hay que olvidar ,que es la vida misma y que todos formamos parte de ella.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Muy buena reflexión Fibo, hoy más que nunca hay bipolaridades, trastornos de la personalidad, desordenes del sueño, depre, estrés, es cuatro y cinco...
    En fin, creo que nos hemos ido alejando de lo necesario, el contacto con unos y otros, compartir, reir, llorar si es necesario, pero al lado del amigo, compañerismo, amor en pareja...que se yo..
    Por lo pronto, yo misma me digo bipolar cuando tengo cambios en mi estado de ánimo, y loca, porque mientras me de cuenta, no lo estoy, no tomo pastillas porque nos volvemos adictos, sombis, me fumo un cigarro y me tomo un café, escucho música que me llegue al alma y sigo soñando con el amor.

    Un abrazo muy fuerte, guapo.

    ResponderEliminar
  16. Hemos avanzado mas en el diagnòstico de estas enfermedades que en los tratamientos (en algunas de ellas), pues realmente las personas realmente "locas" siguen recibiendo electrochoques y las tienen en estado de abandono terrible en muchos de estos hospitales...interesante tema

    saludos

    ResponderEliminar
  17. Querido Fibo, tus rollos de rollos no tienen nada.
    Cuántas verdades dices, amigo!!

    Un beso enorme:

    Charo_☺

    ResponderEliminar
  18. Hola Fibo, tienes razon amigo, cada dia vamos mas rapido en este camino. La vida es solo una y hay que vivirla con amor. Te dejo un beso, cuidate mucho.

    ResponderEliminar
  19. Nos envenena la vid acelerada, y es más fácil etiquetar ciertas cuestiones, eso nos deja más tranquilos. Aquello que no entendemos es siempre tildado de raro, loco, mejor nos apartamos. Sin entender que "el otro", como nosotros mismos, lo que la mayoría de las veces requiere es contención, un abrazo y una buena escucha. Ni más ni menos que ser reconocido como Ser. ¡Cuánto hay para aprender!.
    Excelente post.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  20. Tus palabras siempre tan acertadas, pues menudos rollos más amenos y certeros tienes,(ya quisieran muchos:)). Lo realmente importante es que las personas sepan la defición exacta de las palabras que utilizan habitualmente, y no las digan tan sólo porque la han oído en la tele, o a la vecina del 5ºA.

    Te mando todo mi cariño en un enorme abrazo, pasa una linda semana.

    ResponderEliminar
  21. Madre mía me lo he leido tan de tirón,que me he quedado casi sin aire!
    Toda una disertación sobre este mundo cuyo uso verbal de tanto tecnicismo,no hace sino alejar profundamente eso otro que tendemos a olvidar cada vez más y es la sociabilización tangible.
    La soledad se abre paso velozmente en este mundo que se aplica en saber-o no-utilizar mucho vocabulario acotado antes a determinados sectores,sin pensar-casi-que va olvidando cosas tan podersosas e indispensables como la sensibilidad,el tacto gentil, el apasionado, el gusto por las charlas a la puerta de la casa,las buenas conversaciones-aunque sean intrascendentes-con los amigos...
    Solos,sí,así vivimos en medio de tanta evolución y progreso.
    Amén.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  22. Me encanto tu análisis y tu mensaje final.
    Yo también he recurrido a psicologos en varias oportunidad, en años anteriores, en la niñez sufrí de fobia escolar y luego más grande de tag.
    Yo creo que todo el mundo tiene alguna alteración mental, entonces mi modesta opinión es verlo como una normalidad y aceptar nuestros estados animicos con amor y asi aproximarnos a la sanación.
    Un abrazo grande para ti y lo mejor de la vida.
    mar

    ResponderEliminar
  23. Buen tema Fibo...estas enfermedades siempre estan al acecho pero no hay que dejarnos caer...en muy importante la convivencia con los amigos..la familia...esto ayuda muchisimo!!

    Feliz semana...un besito y un abrazo grande para ti y cuidate porfa

    ResponderEliminar
  24. Siempre he creido y creerè que todo lo que se vive..el afàn por conseguir lo material..profesional..el deseo de cumplir con una meta muchas veces casi que imposible..conlleva al denominado "STRESS"...y dejamos al tesoro màs importante de un lado.."El amor"..la mayorìa de las personas no son o somos concientes..que si poseemos amor..lo tenemos todo..porque todo gira alrededor de este.
    Hay que amar lo que hacemos..hay que amar nuestros proyectos..y sobretodo amarnos a nosotros mismos...la mejor medicina para el"STRESS"..es el amor..lo tenemos..no cuesta nada y es tan valioso.
    Fibo...es muy reflexivo tu tema..
    Gracias mi bello amigo..y te digo una cosa..que te quede bien clara.."TE QUIERO"
    Un beso colombiano te cubra

    ResponderEliminar
  25. hola Fibonacci,
    uuuff, qué tema! tienes razón en todo lo que argumentas. Pero lo defino como el desarrollo inaguantable de la sociedad: Mientras más crece la población, crecerá y aumentará lo demás! Psicólogos? todavía no se para que sirven: si para molestar o para ganarse su dinero con sus consultas.

    un fuerte abrazo^^

    ResponderEliminar
  26. mola, tengo que volver por aquí a hurgar más..

    ResponderEliminar
  27. ¡Mare del Amor Hermosooooo, si mi niño sevillano se me parese al Punset, menúa disertasión!

    Ay, chiquillo, qué razón llevas, y es que de soledades están llenos los "feisbucs". Nada como la vida de antaño, donde los amigos no había que buscarlos en lugares lejanos ni con nicks extraños y se llamaban Pepe y Manolo y Ana o Isabel...la vida actual nos lleva a padecer sobre todo problemas de depresión y ansiedad porque la soledad es muy mala para un ser sociable como el humano y nuestra sociedad es cada vez menos humana y entrañable y más alienante.

    Estupenda entrada, mi querido Fibo. Aunque estoy con el tiempo bajo mínimos, siempre que pueda me verás por aquí, a ver si me pongo al día con entradas tuyas precedentes esta semana, que aún dispondré de algún tiempo, porque la próxima ya creo que será imposible.

    Un beso grande, cielo, mil gracias por todos tus comentarios y feliz semana!!!

    ResponderEliminar
  28. Muy de reflexionar esta entrada amigo, de pararnos a pensar si merece la penas tantas prisas y tanto querer abarcarlo todo , de solo importarnos lo de uno mismo sin mirar al de al lado, en fín amigo lo que te decía de mirar un poco alrededor.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  29. Hola Fibonacci, me encanta tu blog, y las entradas que pones. Tienes razón en los que has dicho en esta entrada. Un saludo enorme.

    ResponderEliminar
  30. Fibo, sigo reflexionando sobre lo que dices. Besos, cuidate amigo.

    ResponderEliminar
  31. Vuelvo a leerte
    tus historias me apasionan
    hacen que se detenga mi respiración
    a la espera...
    ¿de?
    todo un misterio

    ResponderEliminar
  32. Amigo FIBO, de camino a Damasco, a Jerusalén, te digo que aquel chaval de entonces ya tenía mismos traumas, pero como no le ponían ni nombre, ni libros de auto ayuda, ni programas machacones, pos...tiraba palante.
    Eran otros tiempos, si, pero tenían sus depres y sus "estreses", sin decirlo de esta forma. Ahora de tanto mirarnos las neuras, es que, !chico! ni vivimos. ¿Será por algo? ¿A quién le conviene tenernos así contemplando el ombligo?

    Sigo camino con el chico que está traumatizado por el padre !qué raro! en el siglo XIII.
    Besitooo, aquí me tienes Fibo entre letra y letra, fascinada por las tuyas. Besitooooo.

    ResponderEliminar
  33. Increíble tu reflexión sobre este tema que ahora tanto nos ocupa. Somos el ombligo de nuestro universo, y claro, a veces gira a contrapié cuando entra en contacto (o se aleja) de otros ombligos.

    Un beso con cariño

    ResponderEliminar
  34. Esto ocurre porque la masa es ignorante y mediocre.

    ResponderEliminar
  35. Fibo, paso a saludarte amigo, te dejo un beso, cuidate mucho.

    ResponderEliminar
  36. Que bueno Fibo, me encanta que encares todo tipo de temas, yo ire al bar de Manolo a tomar una copas contigo, por supuesto no altiro como decimos en Chile, pero asi sera!

    ResponderEliminar
  37. Te aplaudo de pie.
    De eso se trata, Fibo: vivir sin etiquetas, ver a quienes tenemos a nuestro alrededor y SER HUMANOS.
    Y ojalá algún día pueda tomar una caña -nunca tomo,jaja- en ese Bar de Manolo, sin la notebook de por medio.
    Besos y buen fin de semana =)

    ResponderEliminar
  38. Pues si fibo!! vivimos en una sociedad,que vive deprisa la vida,sin parase a ,VER ,a DISFRUTAR,estresados,consumistas,solo se coleccionan logros...yo me fijo mucho por ejemplo en los niños..ufff hay niños que desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde los tienen entretenidos (más bien abandonados) los padres y los hijos se convierten en desconocidos...menuda sociedad estamos creando!!
    Yo no tengo nada en contra de los psicólogos (mi hijo está estudiandolo jajaja) para mi son gías para cuando nos perdemos en el camino de la vida...pero todas esas revistas,libros,opiniones de gente que vá de psicólogo sin serlo....me dijo a mi un amigo mio que leer libros de autoayuda es un asco,por que hasta que los lees no te das cuenta de la mierda de vida que tienes jajajaja...un abrazo y muy buena reflexión..

    ResponderEliminar
  39. "clasificar personas bajo una etiqueta"
    El lado oscuro de la palabra ...

    ResponderEliminar